miércoles, 28 de noviembre de 2007

Perfume de Marte 2


La pasada noche me apeteció comida basura. Cuatro euros de hamburguesa, patatas y nugets.

La Cola del Macdonald’s, para ser una cola, nunca se me ha hecho demasiado odiosa. Si bien no voy a menudo, siempre me ofrece la posibilidad de mirar a mi alrededor y sacar un par de conclusiones. La más clara aparece cuando reviso el personal del local y los agrupo en la siguiente división: locales y visitantes. El número en la segunda categoría es directamente proporcional a la situación económica en España.

Me explicaré; En épocas de crisis, principios de los noventa, no hace tanto y en realidad hace un huevo de tiempo, en la Barcelona post- olímpica, dejabas el currículum en un montón que se levantaba medio metro de la mesa (sí, yo fui uno de ellos) y que era reciclado cada semana a la espera del siguiente batallón de parados desesperados.

En los años posteriores la plantilla de las diversas sucursales, la de mayor de Gracia por ejemplo, estaba compuesta por universitarios caucásicos y con caras de empollones. Refrán Yemenita: Cuando el nerd de la clase te sirva la hamburguesa guarda el dinero bajo el colchón, y pon un candado en la alacena.

En cambio, a principios de esta década, podías ver que todos los empleados, del MC de paseo de Gracia por mencionar uno, eran más bien morenitos, rasgos indianos y acento grueso y marcado. No uno ni dos, todos. Eso, según el refranero Yemenita, es un indicativo inequívoco de bonanza económica. Ellos, los yemenitas o yemeníes, lo dicen así; si el que te sirve la royal de luxe está moreno en invierno o te habla de vos, comparte tus riquezas, pues soplan vientos de prosperidad.

La otra noche el recuento era favorable al equipo visitante pero no lo suficiente como para tirar cohetes o petarditos: ocho en total, tres para el orgullo patrio y cinco para las colonias.

¿Tendría que informar al ministro Solbes de nuestra situación? Hace dos telediarios le oí decir que en España se ataban los perros con longanizas y no sé yo. Cuando la cola se acabo me atendió una chica rubia, de pelo rizado, con dos piercings en el labio y uno en la mejilla, y con un acento inconfundible de las colinas de Montigala, y el valle del Besos. La verdad es que le hubiese echado un polvo, hasta que recordé el refranero Yemenita y un escalofrió cruzo mi espinazo;

“Si la mujer que trae el Mac Pollo está para que le coman el bollo, haz las maletas y vuela como el grajo, pues si el PIB está bajo hará un frío del carajo”

Zagales de diversas etnias solicitan un lugar en la multinacional al captador de la secta Macdonaliana. "Sois muy jóvenes aun, chicos" contesta el alegre clown "eso sería ilegal... aquí al menos, pero tengo un matadero de vacas en un pueblo perdido en Yemen. Allí la ley no nos molestará" Los Zagales gritan de emoción mientras siguen al payaso de "IT".


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